Como un instante, entonces…
Te espero, y al tiempo de estar, existimos.
Como un tan solo bastaría, quizás el todo
De un segundo, y en un tono oculto
El tal vez de una eternidad.
No has de entender, quizás,
Que el destino siempre es cruel,
Y tampoco has de saber,
Que de lo cruel a la vez quizás exista razón.
De este suplico has entender mi voz,
Y de tu voz a un instante, como un constante prodigio
Que quizás aquel instante jamás se vuelva.
Como un retorno oscuro al eterno silencio.
De una mirada fría, a un ferviente olvido…
Entonces asumes que el amor entre quizás,
Perdura más que una bondad latente,
Y que una ilusión se transforma en un transcurso
aparente,
Por aquellas miradas que en un presente… jamás
vuelven.
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